martes, 4 de marzo de 2014

Castillo de Sancti Petri

Los primeros hombres que poblaron Chiclana escogieron para establecerse la pequeña Isla de Sancti Petri, pero no fue sólo el principio de la población de Chiclana sino que este islote ha tenido siempre un contenido mítico como origen de la civilización de la Bahía de Cádiz.

  El islote de Sancti Petri parece inevitablemente unido al personaje de Hércules. Se trata no sólo del culto que se le rendía en el Santuario a Melkart sino que en esta tierra transcurren dos de los doce trabajos que forman la parte más conocida del mito de Hércules. Así, después de dar muerte al león de Nemea y a la Hidra de Lerna, capturar al jabalí de Erimanto y a la cierva de Cerina, explusar a las aves del lago Estínfalo, limpiar los establos de Augias, capturar al toro de Creta y a las yeguas de Diomedes, conseguir el cinturón de Hipólita y capturar a Cerbero, Hércules robaría los bueyes de Gerión y las manzanas de oro del jardín de las Hespérides.   

 Descripciones de autores de la Antigüedad y excavaciones arqueológicas han permitido reconstruir la antigua tipografía de la zona. La ciudad antigua se repartía en dos islas, en el extremo sureste de la isla mayor se fundó el Templo a Melkart, uno de los de mayor prestigio en la Antigüedad. Un rasgo del templo muy comentado por diversos autores es la presencia de dos columnas de metal en el interior del templo que presentaban una inscripción en una lengua para ellos indescifrable. También eran famosas las reliquias que guardaban el templo, consistentes en el cinturón de Teucro, un olivo de oro con fruto de esmeraldas y, sobre todo, las cenizas del propio Hércules. 

 La misión del santuario dedicado a Melkart fue múltiple ya que este dios era una divinidad asociada a las fundaciones de ciudades, pero también un dios titular de la navegación y del comercio.

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